Como ya viene siendo habitual en octubre tardaron en verse (en todas las especies) pero a partir de finales de octubre y en noviembre-diciembre se vieron bandos con bastantes individuos, y siendo un otoño bueno en lluvias (¡por fin!), la abundancia de rabanizas blancas, diente de león y demás plantas otoñales en zonas de cultivo hicieron que se quedaran bastantes a hibernar aquí (estacionales), en otoño no se rotura el secano ni, por suerte, se hacen tratamientos de herbicidas. Ya en enero las nevadas y fríos extremos que hemos sufrido durante unos días hicieron que se volvieran a reunir los bandos que estaban más dispersos y se acercaran más a las poblaciones buscando las zonas de regadío más bajas, menos extremas y más abundantes en alimento, aunque no marcharon más al sur como suele ocurrir pues los días de frío no fueron demasiados y el número, más concentrado, fue muy similar,.
Jilguero: Ha sido mejor que en años anteriores, después de tres temporadas muy pobres, en noviembre se volvieron a ver bandos con buen número de pájaros, han sido días sueltos (se mueven según las bajadas de temperatura) pero se oían con mucha frecuencia.
Verdecillo: Suelen seguir los mismos movimientos del jilguero y también ha sido un buen año, más abundantes que los jilgueros, algo normal.
Verderón: Como siempre aquí no forman grandes bandos migrantes, suelen verse en grupos de 3-4 pájaros, y he oído verderones siempre que he salido al campo.
Pinzón: En mi zona, el cultivo dominante es el olivo y el almendro y los bandos de pinzones hibernantes son enormes, y siempre han sido abundantísimos ya que son grandes comedores de aceituna, esta temporada la cosecha ha sido mala con lo que muchos campos se han quedado sin recolectar … siguen aquí “limpiando” de aceitunas finca tras finca. Y como siempre con más hembras que machos (es fácil distinguirlos en vuelo)
Lugano: No puedo decir que no haya habido paso, pues tengo uno y un par de veces los ha hecho bajar a mi terraza pues ya se sabe que es muy “ciego” al reclamo y muy confiado, pero ha sido testimonial, en el campo no los he oído. Sin duda no ha sido uno de sus años de paso, aunque ya hecho de menos aquellos años que habían para aburrir según sus ritmos bianuales o trianuales.
Pardillo: Lo he dejado para el final, puesto que este auténtico número 1 del canto lo he visto muy escaso, y en grupos de uno o dos pájaros, sigue la tendencia, aquí son cada vez más raros de paso. Y ando en verano en zonas de reproducción de Teruel y norte de la Sierra Calderona y Espadán y también noto una disminución preocupante.
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