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aunque con final triste, muy buen cuento. como usted dice, real como la vida misma, pues todos conocemos casos de amigos o familiares que tras estar toda una vida criando hijos y dándoles todo, estos hijos cuando crecen se olvidan de sus padres y no recuerdan los años de dedicación que éstos tuvieron hacia ellos. un saludo y que cada uno saque su propia moraleja

muy buen cuento como la vida misma yo tego tres hijos y la mas grande tiene 15 y lo veo todos los dias ella es mi vida pero yo no soy la suya . mi pare siempre me decia una verdad como una casa no aprenderas a ser hijo hasta que seas padre ,y no aprenderas a ser padre hasta que seas abuelo pues lo dicho estoy aprendiendo a ser hijo a mis 45 años .un saludo

muy buen cuento si señor

Muchas GRACIAS Pedro, por escribir el cuento y que razon tienes, es lo que a muchos nos puede tocar vivir aunque no nos guste, pero como tu bien dices es como la vida misma,aunque tambien te dire que de lo que se siembra se recoge.Recibe un cordial saludo
Jordi.Jilguero

Hola pedro
como siempre no paras de sorprender con tus cosas eres todo un ejemplo aseguir por tu cariño y empeño en los pajaros que cada momento que tienes lo dedicas a ellos y no paras de sorprender GRACIAS MAESTRO
Un saludo desde MARCHAMALO

No lo había leído antes, pero gracias, es la triste y cruda realidad, un saludo amigo