¡¡¡A mi la legion!!!
Publicado: Jue Ago 04, 2011 6:01 pm
Un grupo de legionarios está de maniobras en una montaña cuando, de repente, comienza a llover de una forma increíble. Uno de los mercenarios, entre el acojone y la lluvia, se pierde. Andando y andando se encuentra una casa y va hacia ella. Golpea la puerta y sale una mujer:
- Hola, buenas, ¿qué quiere usted?
- Pues mire, que soy un legionario y busco una cama para dormir porque, ya ve, estoy pillando una pulmonía...
- ¡Pepeeeee!, ¿le dejamos pasar?
- Hombre, sólo hay una cama, pero una mala noche la tiene cualquiera... – dice el mencionado Pepe - Venga, que pase.
Así que el soldado pasa y, cuando llega la hora de dormir, se acuestan todos en la cama. El marido a un lado, el invitado en medio y la mujer al otro lado. A medianoche, la ventana empieza a dar portazos y entra en la habitación un frío de esos que hacen que se te hiele hasta lo más caliente. Pepe dice:
- ¡María, levántate y cierra la ventana!
- Pero, hombre, si aquí está el legionario valiente este, ¿por qué la tengo que cerrar yo?
- Hombre, yo con mi pulmonía..., se queja el legionario.
- Bueno, bueno, hacemos una cosa: el primero que hable, se levanta y la cierra, propone Pepe.
Pasan las horas, la una, las dos, las cuatro... Y allá por las cinco y media grita la mujer:
- ¡Pepe, que me han follado!
- ¡Pues ahora a cerrar la ventana, que a mí el desgraciado del legionario me ha dado por el culo y no he dicho ni mú!
- Hola, buenas, ¿qué quiere usted?
- Pues mire, que soy un legionario y busco una cama para dormir porque, ya ve, estoy pillando una pulmonía...
- ¡Pepeeeee!, ¿le dejamos pasar?
- Hombre, sólo hay una cama, pero una mala noche la tiene cualquiera... – dice el mencionado Pepe - Venga, que pase.
Así que el soldado pasa y, cuando llega la hora de dormir, se acuestan todos en la cama. El marido a un lado, el invitado en medio y la mujer al otro lado. A medianoche, la ventana empieza a dar portazos y entra en la habitación un frío de esos que hacen que se te hiele hasta lo más caliente. Pepe dice:
- ¡María, levántate y cierra la ventana!
- Pero, hombre, si aquí está el legionario valiente este, ¿por qué la tengo que cerrar yo?
- Hombre, yo con mi pulmonía..., se queja el legionario.
- Bueno, bueno, hacemos una cosa: el primero que hable, se levanta y la cierra, propone Pepe.
Pasan las horas, la una, las dos, las cuatro... Y allá por las cinco y media grita la mujer:
- ¡Pepe, que me han follado!
- ¡Pues ahora a cerrar la ventana, que a mí el desgraciado del legionario me ha dado por el culo y no he dicho ni mú!