En eso estamos de acuerdo, en mi zona, en los años sesenta, cazando en agosto al agua, era frecuente levantar la parada a mediodía porque tenías los jaulones llenos y coger un centenar de machos jóvenes de jilguero en una mañana no era raro (también habían días malos, claro) y al año siguiente volvías al sitio y había la misma cantidad de pájaros. Es a partir de los 70 cuando la fumigación con Ultracid de olivos y almendros y productos similares que se ponen de moda hace que empiece a bajar la cantidad de pájaros; precisamente en la época de anidamiento es primavera y se hacen los tratamientos más intensivos, sobre todo contra el pulgón. Y ya en los 80 se comienzan a tratar las tierras con herbicidas y se reduce la roturación y el descenso es ya muy, muy acusado; veinte años de "química" han sido más perjudiciales que siglos de captura, el que no quiera ver esto o no entiende la naturaleza o está ciego.goelcolorin escribió:Dejando a un lado, que según las zonas y climas se puedan ver mas o menos que tal o cual año, lo que tengo mas claro que el agua, es que nuestros fringilidos NO son ninguna especie en recesión, mas bien todo lo contrario y que es perfectamente compatible el crecimiento de estas especies con la captura reglada y legal de estas aves. MAtan muchas mas aves las fumigaciones y las podas que todo lo demas.
SAludos.
Antonio MARTIN SANZ
Y, ¡ojo!, la que se les viene encima a nuestros jilgueros, nuestro gobierno tan sensible con la ecología está autorizando fumigaciones con avioneta a bosques (su último refugio) contra la procesionaria, mataremos procesionaria y herrerillos, carboneros, abubillas, zorzales, mirlos, críalos y un gran número de depredadores naturales (avispas, hormigas) de esos gusanos que siempre los han mantenido a raya. Pero claro, hay que evitar que las compañías fumigadoras se arruinen, ya que en toda Europa lo están haciendo porque está claro que es un medio de tratamiento no selectivo y acaba con las plagas ... y con todo lo demás, quiero ver a ecologistas tratando estos temas, yo he estado en un bosque tratado contra la procesionaria con medios aéreos, el silencio es sobrecogedor, parece que solo haya arbolado, pues el insecticida no afecta solo a los árboles, sino a semillas y en especial abrevaderos.
Siempre lo mismo, es más fácil enfrentarse y publicitar la lucha contra silvestristas que contra compañías potentes o multinacionales farmacéuticas (estas últimas intocables)